Fue en esta época en la que se introdujo el propio escudo del país, esto es, con el águila. No hace falta ser el Manchester United para acceder a una gran marca, de la misma forma que no es necesario dirigir una empresa planetaria para acceder al universo del balón. La primera. España viste de rojo desde sus orígenes, que hay que encontrar en los Juegos Olímpicos de Amberes de 1920. En aquella ocasión, la selección iba ataviada con una camiseta roja con cordones, pantalón blanco y medias oscuras.